Somos David y Shekinah.

Somos peregrinos de la libertad.

Desde 2005 hemos recorrido 72 países del mundo. Caminamos con Dios y buscamos su guía en todo lo que hacemos. Hemos nacido en Alemania. Por elección, somos parte del pueblo de amor, una identidad, que es independiente de la nacionalidad del pasaporte.

Hemos abandonado el cristianismo.

Vivimos el mensaje de la libertad enseñado y vivido por Jesús.

No tenemos casa. No trabajamos por dinero, ni para nuestro sustento, y no tenemos ahorros. No estamos preocupados por nuestra supervivencia, confiamos en Dios para cada comida, para cada lugar donde pasar la noche, para el transporte, para nuestra salud y nuestra protección.

No tenemos posesiones personales con excepción de algunas cosas necesarias que caben en nuestras mochilas y durante la mayor parte de esta peregrinación hemos tenido una o dos guitarras. Aun regalamos de esas cosas, cuando Dios nos guía a hacerlo.

No damos nuestro cuerpo, nuestro tiempo y nuestra fuerza a la sociedad comercial, que, a causa de la codicia, cruelmente explota a los pobres y está destruyendo la tierra.

No somos miembros de cualquier tipo de organización, religiosa o secular.

Estamos aprendiendo a ser fuerte, porque nosotros no tomamos parte en la sociedad comercial, y porque estamos aprendiendo a decir la verdad controversial.

Vivimos a Dios en los milagros que nos suceden, en la forma en que recibimos su guía, la comprensión, la protección y las necesidades diarias.

Hemos permitido a Dios hacer de nuestras vidas a su mensaje.